martes, 4 de noviembre de 2008

Editorial
Pinamar sumida en una crisis que amenaza la temporada

El distrito pinamarense vive jornadas de extrema tensión en donde se mezclan los desatinos administrativos con los intereses políticos. La sociedad que habita durante los 365 días de año parece no lograr tomar conciencia de que pocas semanas las localidades deben estar preparadas impecablemente para recibir a los miles de turistas que seguirán elgiendo Pinamar a pesar de todo... ¿A pesar de todo?

Posibles despidos de personal municipal, posibles aumentos de tasas, posibles decisiones judiciales que cambiarían los destinos del gobierno comunal, posibles presidentes del Partido Justicialista local que deben participar de una interna partidaria para cumplir con un capricho K, etc. Muchas cosas posibles pero ninguna concreta y los inversores que todavía apuestan a nuestras tierras necesitan cosas ciertas, reglas de juego claras.

Que los que gobernaron 16 años hicieron un negociado tras otro, que los que gobiernan actualmente los quieren hacer; que el que gobernó poco más de dos meses quizo hacerlo y lo pescaron o no lo dejaron desmontar la red de corrupción que se gestó durante los 16 años; que los que están ahora trajeron gente de San Fernando porque no sabían como hacerlo ¿Hacer qué? ¿Ordenar las cuentas públicas o hacer lo mismo que hicieron los que gobernaron 16 años y que el que gobernó casi dos meses quizo hacer o desbaratar? Indudablemente son muchos interrogantes para que los pueda dilucidar un pueblo sufrido y trabajador como el pinamarense.

¿Estaremos a tiempo de darnos cuenta de que cada interés personal debe ponerse en pos del interés de toda la comunidad? ¿Estaremos a tiempo de recuperar la estima del pinamarense? ¿Estaremos a tiempo de salvar la temporada?

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